martes, 21 de junio de 2011

Manual básico del fotógrafo (I) -Técnicas generales

    Los que me conocen saben muy bien que me apasiona la fotografía. Los comienzos, como en cualquier otra disciplina, son difíciles. El modo automático de la cámara piensa un montón de parámetros por ti, y soluciona "la papeleta" de forma mas o menos acertada en la mayoría de los casos. Pero basta con poner el modo manual y enfrentarte a la elección de todos esos parámetros, para darte cuenta de que no es una tarea trivial. La cámara, los ajusta siguiendo unos algoritmos generales. Lo que pretende, es tener una buena iluminación, con una buena profundidad de campo, con una buena velocidad de obturación. Al menos, un nivel aceptable en cada uno de ellos. Y esto esta muy bien cuando no queremos realizar fotos artísticas, o cuando estamos haciendo fotos con una calidad de iluminación excelente (básicamente, o durante el día, o en un estudio). Desde el primer día me planteé a mi mismo que el modo manual no podía ser tan difícil, y aunque las primeras semanas me costó lo suyo, en seguida agradeces el poder controlar la escena a tu gusto, al milímetro. Otro tema, muy distinto, será el tener la creatividad o no de saber buscar una buena foto. Pero eso, lo obviaremos del presente blog, por dos motivos: porque no es el objetivo del mismo, y porque no estoy muy seguro de tener grandes dosis de creatividad :)

    Empecemos definiendo una serie de términos, con los que los fotógrafos se entienden. Y ya que pretendemos ser uno de ellos, no es mala idea familiarizarnos con su "jerga".


  • Diafragma. Es un elemento mecánico que se situa entre el elemento sensible a la luz (película fotográfica o sensor electrónico) y el elemento óptico, permitiendo graduar la cantidad de luz que penetra hacia el primero. Además, se producen otros fenómenos asociados, como son la manipulación de la profundidad de campo a causa de la colimación de la luz, o la merma de la nitidez en la imagen con aperturas pequeñas, a causa de la difracción
  • Apertura. Es la cantidad de diafragma que hemos abierto. Se mide en "números f". A menor número f, mayor apertura, y viceversa. Como ya se ha indicado, esto afecta a la luminosidad y a la profundidad de campo.
  • Número "f". Expresa la cantidad de diafragma que hemos abierto. El número f expresa la relación entre la longitud focal y el diámetro abierto, y no el diámetro directamente. Esto quiere decir, que si variamos el zoom, haciendo que la distancia focal varíe, tendremos que manipular la apertura del diafragma para mantener el mismo número f. Afortunadamente, esto ya lo hacen las ópticas mecánicamente, de modo que no hay problema alguno en manipular el zoom. Una vez escogido un número f, se mantiene.
  • Profundidad de campo. Es la profundidad, desde el punto de vista del objetivo, que es capaz de enfocar de forma nítida. Es decir, imaginemos una escena con tres planos bien diferenciados: primer plano, plano de escena, y plano de fondo. Si tenemos una muy buena profundidad de campo, seremos capaces de enfocar nítidamente un objeto que esta a, por ejemplo, un metro de la cámara (primer plano), un objeto a 6 metros de la cámara (escena que queremos retratar), y un objeto situado a 40 metros (plano de fondo). Si por el contrario tenemos una profundidad de campo pobre, solo seremos capaces de enfocar o el primero, o el de escena, o el del fondo, o una combinación de dos, pero no los tres. Si ya la profundidad de campo es malísima, solo conseguiremos uno de los tres. Cuidado, que la profundidad de campo sea "mala", en realidad es una forma de hablar. En algunas escenas creativas, quizás interese tener una mala profundidad de campo.
  • Longitud focal. La longitud focal está relacionada con la cantidad de zoom que queremos aplicar. Una longitud focal grande, indica un zoom poderoso, por el contrario, una longitud focal pequeña, indica un zoom pobre, o incluso un gran angular, que sería todo lo contrario. Es importante referenciar siempre esta medida a una cámara de 35mm. Según el tamaño del elemento sensible a la luz (si es analógica, siempre será una película de 35mm), las longitudes focales varían. Por ejemplo, no es lo mismo 100mm de longitud focal para una óptica de un sensor CCD de media pulgada, que para un sensor "completo" de 35mm.
  • Obturador. Este elemento se encarga de hacer pasar la luz hacia el elemento sensible a la luz (sensor o película fotográfica) el tiempo estipulado. Si elegimos una velocidad de obturación muy alta, el mismo permanecerá abierto muy poco tiempo, dejando pasar muy poquita cantidad de luz. Por el contrario, con velocidades bajas, el tiempo que permanece abierto será mayor, dejando pasar, por tanto, mas cantidad de luz. Este elemento maneja por tanto dos parámetros: la cantidad de luz que deja pasar (junto con el diafragma, son los dos elementos que regulan la cantidad de luz que pasa hacia el sensor o la película fotográfica); y el tiempo que permanecerá abierto captando la escena. Esto es importante, porque si la escena se mueve muy rápidamente, y seleccionamos una velocidad de obturación muy baja, puede ocurrir que el mismo objeto en movimiento se inmortalice en dos zonas distintas del elemento fotosensible. Esto da lugar a los llamados "fantasmas". En una escena deportiva, por ejemplo, esto es un problema, ya que se pretende fotografiar al futbolista realizando un remate de cabeza en pleno vuelo (por poner un caso). Aquí no queda otra que usar velocidades altas y compensar la falta de luz con más apertura de diafragma. En otros casos este efecto "fantasma" no es un problema, sino que por el contrario se convierte en un recurso artístico. En este caso, hablamos del efecto "seda". Seguro que todos recordamos las típicas fotos de cascadas donde el agua forma un "manto" uniforme, y no se distinguen las gotas, sino que todo pasa a ser un "continuo".
  • Velocidad de obturación. Esta unidad indica, mediante una fracción de segundo, el tiempo que va a estar abierto el obturador. Si elegimos un valor de, por ejemplo, 1/25, significa que durante 1/25 segundos el obturador estará abierto. Por otro lado, si elegimos un valor de 1/100, estaremos abriendo durante menos tiempo que con 1/25, es decir, es una velocidad mayor, y un tiempo menor. En definitiva, el "truco" aquí es, a menor número, más luz y más "fantasmas" o "seda", según el caso, a mayor número, menos luz y mas estática será la imagen.
  • Flash. Bueno, no hay mucho que añadir sobre este elemento. Como todo el mundo sabe, acumula energía eléctrica durante un instante, y la suelta de golpe sobre una lámpara, produciendo un fogonazo muy corto, pero de una gran intensidad. Esta carga de energía eléctrica es la que hace que haya que esperar un poco entre cada descarga de flash. Sobre el flash, yo siempre digo una cosa: úsalo para fotografías periodísticas, ni se te ocurra usarlo para fotografías artísticas. Es muy cómodo usarlo cuando solo queremos una imagen de algún evento fugaz, y no queremos o no podemos perder tiempo en la configuración manual de la cámara. Pero si buscamos una foto "bonita", una foto artística, si se os ocurra usarlo, vuestra foto perderá toda su fuerza.

    Ahora, ya podemos hablar con los mismos términos que un señor fotógrafo. Y aprovechando que hablamos un lenguaje común, podemos ahora dedicarnos a comentar diferentes formas de hacer una foto, así como criterios generales:

  • Con respecto a situaciones de poca luz. Hay diferentes formas de conseguir que capte más luz nuestra cámara, con independencia de la sensibilidad de nuestra "película" (entiéndase como sensor o película fotosensible, según el caso). Se puede elegir un número f menor, a costa de la profundidad de campo. Podemos elegir una velocidad de obturación baja (es decir, un tiempo de exposición largo), a costa de la nitidez y de que puedan aparecer efectos "fantasmas". La conclusión es, que si queremos conseguir que entre mucha luz, tenemos que sacrificar algo. Y con tanto parámetro que afecta a tantas cosas, es hora de que vayamos poniendo cotas. Si vamos a hacer una fotografía sin trípode, la primera cota la marca nuestro pulso. Si ponemos un tiempo de exposición largo, los movimientos involuntarios de nuestro brazo producirán pérdidas de nitidez en el mejor de los casos,  fantasmas en el peor de los casos. Un valor estándar que marca hasta dónde podemos llegar con nuestro pulso es 1/25. Más tiempo supone una merma en la calidad de la foto. De modo que si queremos ganar luminosidad, podemos fijar este valor en 1/25 (también es cierto que si te apoyas en un muro y te concentras, puedes conseguir buenos resultados incluso a 1/15 y 1/10, pero aun así, aunque consigamos evitar los fantasmas, hay una leve pérdida de nitidez que no agrada). Por otro lado, abrir el diafragma a tope puede parecer una solución, pero no siempre podemos permitirnos ese lujo, y no siempre se obtienen buenos resultados. Un número f muy bajo (es decir, una gran apertura del diafragma) nos va a dar, no solo una pobre profundidad de campo (que puede que para nuestra escena no sea adecuada), sino que además, la nitidez se va a ver afectada incluso en la zona con "buena" profundidad de campo. En las ópticas antiguas, se solía tomar un valor de f:8 como bueno, en cuanto a la nitidez, pero hoy día se pueden asumir valores de f:5 y f:6 sin incurrir en defectos de calidad. La conclusión cuando se esta intentando hacer fotos con pobres condiciones de luz, está claro que son: usar un trípode, y usar un número f:5 o f:6. Si no se dispone de trípode, siempre será preferible conseguir una foto sin fantasmas, aunque sea a costa de la nitidez, por lo que usaremos una velocidad de 1/25, y un número f lo más bajo que permita la óptica. Ni que decir tiene que no usaremos flash, siempre que se pueda evitar. En caso de que usemos flash, la configuración de la cámara sería la misma que con luz diurna.
  • Con respecto a situaciones de mucha luz. Muchas veces haremos fotografías en las horas centrales de luz, con el sol en nuestra misma vertical. En este caso, eligiremos una velocidad de obturación tal que permita captar con solvencia cualquier objeto en movimiento (a no ser que queramos producir un efecto seda). Por ejemplo, un valor entre 1/100 y 1/200 puede ser adecuado. Por otro lado, colocaremos el diafragma en su posición de máxima calidad cromática y de enfoque, como he dicho antes, alrededor de f:5 y f:6. Por supuesto, si con estos valores sobreexponemos (es decir, sale demasiado clara), podemos jugar un poco con los valores hasta conseguir una buena exposición, pero dando prioridad a mantener el diafragma en f:5 o f:6 ya que es donde más calidad nos dará. Por otro lado, el uso de flash es muy recomendable par solucionar un problema: las sombras. Lo bueno de hacer fotos en las horas centrales, es que no nos va a faltar luz, podemos estar tranquilos en ese aspecto. Pero por otro lado, el hecho de que el sol este casi en nuestra vertical, hará que se proyecten sombras verticales en los rostros a retratar. La imagen que produce una sombra obscura en forma de triángulo justo en el párpado inferior del ojo es sumamente desagradable. Para evitar esto, usaremos el flash para "rellenar" de luz las sombras, justo donde el sol no es capaz de arrojar luz por culpa de su posición. Si, es cierto. Los que me conocéis sabéis que odio el flash (incluso antes he aconsejado que no se use nunca). Mata los colores, y le quita todo el romanticismo a la foto, produciendo resultados planos y feos. Pero en este caso, os aseguro, el poder del sol eclipsará a nuestro flash. El flash será capaz de rellenar aquellas sombras que el sol no consiguió iluminar, pero para nada alterará el color de la escena, ya que el sol siempre será una luz mucho mas potente.
  • Con respecto a situaciones normales de luz. En estos casos, las recomendaciones son las de siempre: diafragma en f:5 o f:6, velocidad de obturación apropiada para no producir fantasmas, evitar el uso del flash en la medida de lo posible.
  • Quiero desenfocar el fondo y enfocar el motivo principal. ¿Habéis visto esos efectos tan llamativos que difuminan el fondo y enfocan perfectamente al motivo central? El truco reside en usar el diafragma a nuestro favor. Ya hemos hablado del efecto que produce su uso en la profundidad de campo, y justo ahora queremos jugar con eso a nuestro favor. El truco consiste en abrirlo todo lo necesario para que el motivo central se destaque con respecto al fondo. Si usamos una óptica con zoom, el usar longitudes focales grandes (zoom grande) conseguirá multiplicar el efecto de desenfoque. Bien, entonces, si el truco es abrir el diafragma, pues abrámoslo "a tope". Existe un problema: solo podemos abrir el diafragma hasta justo cuando el motivo principal se empieza a difuminar. ¿Que significa esto? Significa que si abrimos demasiado el diafragma, puede ocurrir que la punta de la nariz (pongamos por caso) se vea absolutamente nítida, y el ojo (que esta más alejado de la cámara) se empiece a ver también borroso (no tanto como el fondo, que esta mucho más lejos, pero si una pérdida de nitidez). El truco, por tanto, es abrir hasta justo cuando el motivo principal empieza a dejar de estar nítido. ¿Como aumentar entonces el efecto? Podemos hacer uso de la distancia focal, si disponemos de un objetivo zoom, o podemos acercarnos al motivo principal, de modo que la distancia relativa entre el primer plano y el fondo, se acentúe.
  • Quiero hacer un "contraluz". Se trata de colocar la fuente principal de luz, o una auxiliar, justo detrás del motivo a fotografiar, de tal suerte que los bordes se vean especialmente iluminados. Si usamos la fuente de luz principal, está claro que nuestro motivo no tendrá luz con la que iluminarse. En este caso, y contradiciéndome con respecto al flash, si que haremos uso del flash. No nos queda otra ya que tenemos que restituir toda la luz que hemos ocultado, al poner nuestro motivo justo delante de la fuente de luz principal (un foco en un estudio, el sol en la calle, etc).
  • Quiero conseguir un efecto seda. En este caso, aplicaremos velocidades de obturación muy bajas, es decir, tiempos de exposición largos. Si es de día, tendremos que compensar la gran cantidad de luz que nos entrará, mediante el diafragma.
    Llegados a este punto habrá más de uno que se preguntará: ¿y que hay de la sensibilidad del elemento fotosensible? Si estamos hablando de película fotográfica "de toda la vida" pues está claro que cuanto más sensible, mejor (aunque su precio será también mayor). Por otro lado, si estamos hablando de una cámara digital, el elemento que capta a luz es el sensor. Existen dos grandes grupos de sensores: CMOS y CCD, cada uno con sus virtudes y desventajas. Pero a grandes rasgos, si algo caracteriza a un sensor  fotográfico electrónico es su ruido. Tanto en uno como en otro, el nivel de sensibilidad (a fin de cuenta la ganancia del amplificador) se mide mediante el valor "ISO". Un ISO alto indica una alta sensibilidad. Por el contrario, un ISO bajo indica una baja sensibilidad. El único consejo válido con este parámetro es que cuanto menor sea el valor ISO, mejor. Sólo se seleccionará un valor mayor de ISO cuando no haya bastado con el ajuste de la velocidad de obturación y del diafragma, o cuando la escena no permita un valor más agresivo de velocidad de obturación o de diafragma.

3 comentarios:

  1. muy buena entrada, y aunque me ha costado leerla creo que he podido sacar algo claro de esto. La verdad me ha gustado, y no sólo por las definiciones, sino por esos truquitos de das (me ha molado lo del flash). A ver si para entregas próximas te metes con el CMOS CCD y cosas de esas. Pero no todo de golpe que poco a poco se digiere mejor :)

    Salud y fuerza ;P

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  2. Muchas gracias por vuestros comentarios! Para la segunda entrega profundizo en cuestiones más técnicas.

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