domingo, 27 de febrero de 2011

Sistema NAS casero (I)

Hace tiempo que mi padre me viene pidiendo un sistema de almacenamiento con redundancia, y que se pueda acceder por red. La cuestión es que, hace ya algunos meses, perdió un montón de fotos, y todo por culpa de un disco duro en mal estado y una mala política de copias de seguridad (tan mala como que no existía).

Era evidente que me aprovecharía de la experiencia acumulada en mi actual trabajo, donde tenemos un sistema de almacenamiento de alta redundancia, alta disponibilidad y alta capacidad (100 TeraBytes), diseñado por nosotros mismos (quizás algún día me anime a dar algunas pinceladas de como se montó, isn entrar en detalles técnicos comprometidos). El sistema contaría con los siguientes elementos:

- 2 discos duros de 2 TeraBytes cada uno, marca Samsung de 7200 RPM (de los domésticos, el que mejor rendimiento y durabilidad nos ha dado).
- Placa base mini-itx Asus con microprocesador Intel Atom fanless (disipación del calor pasiva). El consumo global del sistema (micro+placa base) ronda los 20 watios max. por lo que es posible que el consumo medio este entre los 10-15 watios.
- Caja mini-itx formato "cubo" con dos bahías 3'5" para sendos discos duros.
- 2 GB de RAM DDR2 a 800 Mhz (habría bastado con 1 GB de RAM, pero en este caso era un requisito de mi padre que el sistema estuviera "holgado" en todos los sentidos, además, tampoco descarto que en un futuro se instale el servidor de streaming, así se tendría un sistema multimedia para toda la casa).

Mesa de estudio de mi padre

Con todo esto, se tiene un sistema que consume muy poca energía, que no hace ruido (0db reales) y que ofrece un rendimiento muy aceptable para lo que debe ofrecer un NAS. Además, el hecho de contar con un microprocesador x86 nos permite introducir todo el software que imaginemos (servidores de streaming para ver vídeos desde tu navegador, alojándolos en el NAS, sistemas de descarga P2P, etc).

El montaje se realizó intentando optimizar el poco espacio que ofrece la caja (requisito imprescindible, ya que mi padre disponía de poco espacio para la caja):

- Paso 1: Etiquetando. Siempre etiqueto cada disco duro con los últimos tres dígitos de su número de serie, en la parte trasera del mismo. De este modo, si alguno se rompe, los puedo identificar inmediatamente sin tener que sacarlos uno por uno. Uso sólo los tres últimos dígitos, porque las probabilidades de que coincida en los dos discos duros son tan reducidas (y en cualquier caso, comprobable) que no me compensa escribir todo el número de serie al completo. Y esto, en el sistema que tengo montado en mi empresa, en el caso de mi padre habría bastado con un solo dígito, pero ya es costumbre emplear tres.
Detalle del etiquetado del disco duro
- Paso 2: Colocación de la placa madre. Siempre se colocarán los módulos de RAM con la placa madre aun sin introducir en la caja. De otro modo, al presionar para encajar el módulo de RAM, combaremos la placa madre. Seguidamente, se coloca la cubierta trasera con el "layout" de los conectores, y atornillamos la placa madre a la caja.
 - Paso 3: Conexiones caja-placa madre. Seguidamente se realizan las conexiones necesarias entre la caja, y la placa madre: el panel frontal (botón de encendido, LEDs indicadores, etc), los conectores externos de audio (entrada y salida de sonido analógico), y los conectores USB del frontal.
- Paso 4: Colocando la fuente de alimentación. En este caso no hay ninguna tarea especial que realizar, salvo tener cuidado de que no se nos caiga la fuente encima de la placa madre.

- Paso 5: Colocando el disco duro. Doblando adecuadamente el mazo de cables principal (el del conector ATX), se consigue que el disco duro acople de forma adecuada, ya que esta caja y placa madre han tenido la mala fortuna de hacer coincidir la posición del disco duro con la posición del conector ATX de la placa madre. En cualquier caso, con solo doblar debidamente el mazo de cables, se consigue que convivan ambos elementos, aunque no favorece precisamente que haya un buen canal de ventilación.
- Paso 6: Finalmente, una vez comprobado que el equipo arranca y que todas las conexiones están bien realizadas, cerramos el equipo.

En la siguiente entrada veremos que sistema operativo hemos elegido, y que configuración realizamos.

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